Inversión

La verdadera innovación del crowdfunding

El término crowdfunding ha sido usado en los últimos años como sinónimo de innovación, pero: ¿será que podemos decir que la financiación colectiva es algo nuevo?

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Un poco de historia sobre la financiación colectiva 

Nosotros somos seres gregarios por naturaleza, es decir que nos asociamos a otros individuos en busca de un objetivo en común, sabemos que la unión hace la fuerza. Hasta acá ningún dato nuevo, nuestro instinto de supervivencia hizo que nos organizáramos en pequeñas comunidades. Ese mismo instinto de unión, en sociedades más desarrolladas, llevó a las personas a ayudarse, a alcanzar  una meta por medio de aportes financieros de las personas de un grupo.

Existen ejemplos registrados del uso de la financiación colectiva desde antes de 1700. El poeta del siglo XVIII Alexander Pope financió su trabajo como traductor de poesía griega al inglés cambiando los aportes para financiar ese trabajo por un reconocimiento en su libro. A finales de 1700, Mozart también buscó la ayuda de la comunidad: ofreció invitaciones y manuscritos a personas que hicieron donaciones para financiar uno de sus conciertos. Un siglo más tarde, en 1884, el periódico The New York World recaudó 101.091  USD entre 160.000 personas para la base de la Estatua de la Libertad.  

Por otro lado, comunidades religiosas han usado aportes de devotos para mantenerse en funcionamiento, siendo una de las formas más antiguas de aporte en comunidad. Como podemos ver, la financiación de proyectos por medio de donaciones de la comunidad ha sido usada desde hace muchos años, incluso antes de la aparición del internet o el teléfono.

 

El día a día de la financiación colectiva

De manera privada las personas han usado las “vacas” por años para financiar sus necesidades. Son parte de nuestra cultura, por ejemplo,  para comprar un regalo, organizar un viaje, pagar una cancha de futbol, arreglar un espacio común o compartir una comida . Son parte de nosotros como la solidaridad misma.

Para que exista la financiación colectiva, o crowdfunding, solo se necesita que un grupo de personas realicen un aporte económico con el fin de cumplir con un objetivo en común y definido. El crowdfunding es la herramienta que posibilita a todos actuar de manera proactiva y mejorar su entorno sin tener que esperar acciones gubernamentales, la financiación de un banco o pagar elevados intereses para hacer un objetivo realidad. No importa si el aporte financiero se recolecta usando un marrano, en una cuenta, una plataforma digital o una llamada telefónica.

Hoy en día hay distintos tipos de crowdfunding, al usarlos se pueden hacer donaciones, ayudar causas y recibir recompensas, hacer préstamos, invertir en inmuebles, invertir en empresas, financiar personas, adelantar pagos de facturas, entre tantas otras formas que están surgiendo y seguirán surgiendo. Esto como respuestas a las necesidades de la población y las infinitas posibilidades que la banca y la tecnología juntas nos pueden ofrecer.

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¿Entonces dónde está la innovación del crowdfunding?

El crowdfunding que conocimos hoy en día lleva al mundo digital esos mecanismos de cooperación financiera entre personas que generan relaciones gana-gana. El internet y la tecnología actúan como un potencializador del impacto facilitando la unión de personas distantes físicamente pero con intereses comunes o complementarios, además que permite alcanzar  un número mucho más grande de personas.

Ahora es necesario que las plataformas de crowdfunding, la banca digital y el sistema financiero trabajen en conjunto para ofrecer estas herramientas digitales. Del mismo modo, que personas las usen y que se genere desarrollo para todos, para el país. Ahí está el verdadero reto, la verdadera innovación.