“Con la prima voy a invertir en un televisor para mi cuarto”

En el colegio nunca nos enseñaron a invertir, en la universidad tampoco nos dieron unas bases para identificar una buena inversión, de hecho, lo poco que escuchamos de inversión es algo parecido a la cita de arriba.

Somos muchos los que confundimos una compra con una inversión, algo entendible dada la poca información que recibimos para hacerlo bien. No te confundas, invertir es el proceso en el que destinas una cantidad de dinero que después de un tiempo/riesgo aumenta. Es decir, inviertes X pesos y recibes en un tiempo X pesos más un porcentaje adicional.

Estamos programados para pensar que para obtener dinero debemos tener un trabajo, y que para tener más dinero debemos trabajar más. El problema es que el tiempo es limitado y por eso mismo es crucial entender que una inversión siempre tiene como objetivo recibir una rentabilidad en un futuro.

No cometas el error de ‘invertir’ en un TV, lo único que conseguirás comprando este tipo de objetos es disminuir su valor comercial en el momento en que sale de la tienda. No malinterpretes lo que decimos, es genial poder ver tu serie preferida desde la cama, pero ten en cuenta que es una compra, no una inversión. ¿O acaso piensas revender tu televisión a un precio mayor en un futuro?