La dificultad de acceso a financiamiento es un monstruo que se manifiesta de diferentes maneras: elevadas tasas de interés, prestamistas informales, créditos a corto plazo o largos períodos de aprobación.
¿Por qué nos debería importar el monstruo?
Este monstruo debe ser atacado fuertemente porque afecta de manera especial a las microempresas, las cuales representan el 92% de las empresas en Colombia. Esto es grave porque se calcula que el 98% de las empresas que mueren cada año pertenecen a esta categoría.
Esta relación de que a menor tamaño inicial de la empresa, mayor tasa de mortalidad, no es exclusiva de Colombia. Lo mismo se evidencia en países como España, Portugal, Chile, México, Sudáfrica, Estados Unidos y Reino Unido.
Según Confecámaras, en el informe ‘Determinantes de la supervivencia empresarial en Colombia’: “muchos negocios empiezan pequeños no porque así lo elijan, sino porque las restricciones de recursos los obligan a empezar sus operaciones con una menor escala”.
Las microempresas son las más vulnerables al monstruo, pues su porcentaje de supervivencia a 5 años es solo del 29,1%. Pero esto no significa que las medianas y pequeñas estén a salvo. La tasa de la supervivencia de las medianas es de un 68% y de las pequeñas es de 60%.
¿Cuándo debemos cuidarnos del monstruo?
Desde la constitución de las empresas, el monstruo de la dificultad de acceso a financiamiento empieza a merodear la puerta. Si este monstruo logra entrar, puede causar una estructura financiera inadecuada, la cual va a depender, a corto plazo, de la respuesta favorable por parte de compradores. Esto aumenta el riesgo de quiebra y acelera la salida del mercado formal.
“Algunos empresarios se ven obligados a recurrir a fuentes inapropiadas de financiación (…) endeudándose con prestamistas informales que ofrecen créditos a muy corto plazo y elevadas tasas de interés”, afirma el informe.
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¿Cómo espantamos a este monstruo?
En su estudio, Confecámaras plantea el uso de garantías inmobiliarias para generar nuevas oportunidades de financiación para los empresarios y mejorar los índices de acceso al crédito. Pero con la implementación de nuevas tecnologías los empresarios pueden espantar al monstruo de diferentes maneras.
Aunque las garantías inmobiliarias parece una solución viable, puede resultar siendo un arma de doble filo. Si el problema de una empresa es de flujo de caja, un préstamo con colateral en garantías inmobiliarias resulta una solución momentánea e insuficiente.
Una posibilidad para mantener un flujo de caja constante para la compañía es mantener los plazos de pagos a sus proveedores mucho mayores que a sus clientes. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no es posible para las mipymes lograr esto. Se les obliga a someterse a la política de pago de sus clientes mientras tienen que pagarle a sus proveedores con anticipos para la entrega de insumos.
Un producto pensado especialmente para que las mipymes espanten este monstruo es la venta de facturas por cobrar a través de internet. Esto permite que la empresa tenga efectivo cuando lo necesita y no en 30, 60, 120 o incluso más días, que es al plazo que usualmente le facturan a las mipymes en Colombia.
Mesfix es una plataforma colombiana que presta este servicio y trae beneficios especiales para las mipymes como:
- No afecta la capacidad de endeudamiento del empresario.
- Se pueden vender facturas de baja denominación.
- Se puede realizar desde cualquier lugar, todo el trámite es a través de internet.
- La asignación del cupo es según la relación comercial de la empresa con el cliente pagador.
De esta manera las empresas pueden combatir al monstruo de la dificultad del acceso a la financiación y así pueden concentrarse en crecer para no ser una cifra más de las mipymes muertas en Colombia.