Los problemas de liquidez pueden marcar el camino a la quiebra de tu empresa, pues es la liquidez la que define la capacidad de tener dinero en efectivo para el cumplimiento de obligaciones y compromisos financieros a corto plazo. Es por esto que debes prestarle mucha, pero mucha atención a los problemas de liquidez.
Una buena manera de prevenir los problemas de liquidez es haciendo previsiones de gastos de tesorería. Pero si no lo hiciste y ya estás metido en un problema de liquidez, ¿qué puedes hacer? Hay varias opciones:
1. Solicita un préstamo:
Una de las primeras cosas que se te puede venir a la mente es acercarte a un banco a pedir dinero prestado para pagar a cuotas. Pero, ¿en realidad es una buena idea? Primero, si eres empresario de una micro, pequeña o mediana empresa, puedes perder tiempo yendo de banco en banco solicitando su ayuda, pues es difícil que estos aprueben los créditos. O, si lo hacen, es con una tasa de interés muy alta. Así que por resolver un problema de liquidez, vas a quedar endeudado por varios meses y se afectará tu vida crediticia.
2. Vende tus facturas por cobrar:
Este es un tipo de financiamiento llamado factoring. El factoring te permite vender tus facturas por cobrar (con un descuento) a cambio de la liquidez que necesitas. La empresa de factoring es la que luego se encarga de realizar los cobros a la empresa compradora de la factura.
El problema es que usualmente las facturas tienen que ser de cifras muy grande, lo cual es difícil de cumplir para una pequeña o mediana empresa. Además, muchas de estas operaciones por medio de filiales bancarias, se convierten en operaciones de crédito con un colateral o garantía a la factura. Lo cual claramente afecta tu capacidad de crédito.
3. Crowdfactoring:
En el factoring una empresa es la que te compra la factura con descuento. En cambio, en el crowdfactoring un grupo de inversionistas son los que la compran, no una empresa. Esto hace que las transacciones sean más transparentes. Otra ventaja del crowdfactoring es que permite transacciones de facturas de baja denominación, se subasta la factura lo que hace que las tasas de interés bajen y, como todo se hace a través de una plataforma en línea, gastas menos tiempo y haces menos trámites.
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