Antes de hablar sobre algunas claves que nos pueden ayudar a mitigar el riesgo a la hora de invertir, es muy importante aclarar que  este es uno de los elementos que predomina a la hora de invertir. De hecho, cuando invertimos siempre hay algún riesgo, pues al hacerlo estamos expresando posiciones sobre escenarios en un futuro incierto.

A pesar de ello, podemos tomar algunas medidas que contribuyen a mitigar el riesgo cuando invertimos nuestro dinero. En este blog te contamos ciertas ideas para que tu riesgo cuando vayas a hacer una inversión, sea menor.

Conocer qué tipo de inversionista somos

El primer paso es aclarar tus objetivos y buscar una inversión que se adapte a tus necesidades, posibilidades y expectativas. Esto dependerá del tiempo en que necesites tener rentabilidad, de tu situación financiera o del tipo de inversor que eres según el riesgo que estés dispuesto a tolerar.

Entonces, para determinar esta última variable podemos preguntarnos qué tan dispuestos estamos a arriesgar nuestro dinero, qué capacidad tenemos de afrontar pérdidas en caso de que nuestra inversión las genere, si esta posibilidad de pérdida compensa la rentabilidad y ser conscientes de que el peor escenario es una de las posibilidades. Dependiendo de lo anterior, podemos clasificarnos como:

• Inversionistas conservadores (exposición al riesgo mínima).
• Moderados (exposición moderada).
• Arriesgados (exposición alta).

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Informarnos

Muchos factores a nivel local y mundial, pueden afectar nuestra inversión. Es por esto que debemos permanecer informados sobre el contexto económico, político y financiero.  No olvidemos que muchas de las variables que contemplamos al momento de invertir pueden cambiar conforme pase el tiempo.

Es importante tener en cuenta que pueden existir grandes volúmenes de información. Sin embargo, las cifras que puedan afectar tu inversión deberían ser la prioridad número uno. 

Diversificar

Existen en términos generales dos tipos de riesgo: los diversificables y los no diversificables. Los primeros son riesgos que puedes reducir a través de la inversión en múltiples sectores, productos, temporalidades, etc. Dichos riesgos responden a particularidades específicas de cada inversión y, al tener un portafolio de varios tipos de inversión, el riesgo se reduce.

En el segundo tipo de riesgo (no diversificable) se tienen en cuenta variables generales del mercado. Es decir, que incluso a través de la compra de múltiples tipos de inversión en diferentes sectores, estas variables generales continúan presentes dentro de todas las inversiones que hayas hecho.

En términos del control que se le puede dar a nuestro portafolio de inversión, se debe tener en cuenta que siempre existirá un riesgo no diversificable latente en toda inversión. Sin embargo, teniendo inversiones en múltiples activos y sectores podemos reducir significativamente la probabilidad de pérdidas o de que nuestros retornos cambien drásticamente.

Comprender el negocio

Para darle más seguridad a tu inversión es importante comprender el negocio en el cual estamos invirtiendo, así nos aseguramos de que no ignoramos ningún aspecto y tenemos presentes la mayoría de variables que pueden afectar una operación en particular. Debemos cuestionar y dudar sobre cualquier aspecto que pueda representar un riesgo.

Es una buena idea preguntarse cómo se generarán las ganancias en ese negocio, cuáles son los promedio de rentabilidad y conocer  a las personas que están detrás del producto.

Conocer el marco legal y jurídico

Antes de invertir es necesario asesorarse jurídicamente, pues es indispensable considerar todos los aspectos legales con el fin de evitar caer en negocios ilícitos. Además, con el objetivo de saber con qué soporte contamos en caso de que algo suceda con la inversión. Podemos empezar por verificar si el negocio está respaldado por el Autorregulador del Mercado de Valores (AMV) y por la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC).

En las inversiones también aplica la frase: “el futuro es incierto”. Cuando evaluamos si hacer una inversión o no, lo que hacemos es basarnos en información del pasado, experiencias de otros, tendencias históricas y toda la información que pueda estar disponible en un momento dado. Por lo tanto, debemos tener presente que en las inversiones nada es seguro, pero que podemos cuidarlas con algunas precauciones.  

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